Síndrome de burnout profesional, padecimiento que acecha a los trabajadores.

Como empresario, directivo o empleado, es importante revisar cómo se vive y se maneja el estrés dentro de cada empresa o centro trabajo, no hacerlo tiene consecuencias serias.

Es un hecho que vivimos rodeados de fuentes de estrés: el trabajo, los hijos, los embotellamientos de tráfico, las relaciones personales y la situación económica, entre otras. Sin embargo, dentro de un trabajo lo que resulta estresante para una persona puede ser para otra una gran motivación, así que encontrar el punto medio para que no termine en un caos es responsabilidad tanto de los dueños de las empresas como de las personas que trabajan en ellas.

Al respecto, Georgina Zárate, psicoanalista y profesora de la UNAM, explica: “El estrés laboral tiene que ver mucho con situaciones de injusticia dentro de las empresas. Un sujeto se ve afectado en su autoestima porque el estrés por la carga de trabajo tan pesada que tiene llegó a su límite y no se siente capaz de resolver lo que le exigen”.

Las personas que están en ese punto de estrés laboral llegan a pensar que son incompetentes, que no tienen la suficiente capacidad de resolver todo y, por consecuencia, no rinden y su autoestima se ve dañada. “En ese sentido hay una afección emocional que genera enojo, malestar, depresión y cansancio”, dice Zárate.

Aunado a esto, existe una connotación y exigencia sociocultural posmoderna, en donde el trabajo y el éxito se refieren a tener muchas cosas que hacer y resolver todo con fortaleza y energía. Hay que resistir y aguantar. Si logras terminar todas las tareas eres considerado como una persona capaz y fuerte, eres muy bien visto en la sociedad y a lo mejor hasta puedes recibir un reconocimiento de tu jefe.

“Lamentablemente, la mayoría de las veces el precio que se paga es muy alto, aparece cansancio extremo, ansiedad, sensación de injusticia, enojo, tristeza y frustración. Los padecimientos físicos también se hacen presentes con dolores de espalda, migrañas, gastritis, taquicardia, insomnio, estados permanentes de nerviosismo, ataques de ansiedad, pánico y depresión”, explica Zárate.

Otras consecuencias debidas al estrés laboral o burnout pueden ser: comportamientos agresivos, aburrimiento, absentismo laboral, presentismo, impaciencia e irritabilidad, bajo rendimiento y comunicación deficiente.

Un ejemplo muy acertado que refleja el burnout es la película Tiempos Modernos (1936), largometraje escrito y dirigido por Charles Chaplin, donde él mismo es protagonista interpretando el papel de Charlot, un empleado explotado que trabaja de obrero en una gigantesca fábrica donde aprieta tornillos a diario. Charlot es una víctima dentro de la clase obrera debido a que las máquinas y el trabajo en cadena terminan por volverle loco. Así que decide abandonar su trabajo y recoger a una huérfana de la calle, ambos sobreviven gracias a su peculiar ingenio.

Consejos para prevenir el burnout profesional

Mejorar el ambiente laboral e identificar los factores que permiten el aumento del estrés entre los trabajadores es una tarea que corresponde tanto a los directivos como a los colaboradores. Aquí algunos consejos específicos para ambas partes:

PARA LOS JEFES: ¡VAMOS A RESOLVERLO!

  • 1. Ama a tu empresa, ama a tu gente: Especialistas de las facultades de Psicología y Medicina de la UNAM afirman que el 85% de las organizaciones en México no tiene las condiciones adecuadas para que sus colaboradores tengan un balance laboral y de vida, lo que propicia trastornos físicos y psicológicos. Como empresa se deben evaluar las situaciones que generan estrés en el trabajador y tomar las medidas adecuadas para poder reducirlo.
  • 2. Sé claro y hazlos brillar: Establece correctamente los roles, funciones, tareas, horarios y responsabilidades de cada uno de los trabajadores para evitar la ambigüedad. Mantente al pendiente de si tienen carga de trabajo excesiva, proporciónales el equipo y herramientas necesarias para que el trabajador pueda realizar sus tareas de forma adecuada, y no permitas que se lleven trabajo pendiente a casa. Involúcralos en la toma de decisiones, propicia la comunicación organizacional y potencializa las capacidades de cada uno.
  • 3. Trátalos bien: A la mayoría de las empresas en México lo que les importa es la productividad excesiva, y si no se logra, incrementan la exigencia y demanda. La recomendación sería buscar otras formas de cómo motivar a una persona dentro de una empresa. “Habría que trabajarlo desde una manera social, como una cuestión de intervención o trabajo terapéutico institucional, para poder confrontar a la institución que exige, pide, demanda y reproduce patrones de abuso de poder. Siempre será más productivo un empleado si es mejor tratado y no maltratado y exigido”, explica Zárate.
  • 4. Cumple con la ley: Se debe cumplir con los empleados los beneficios de seguro médico, periodo vacacional y días de descanso, licencia de maternidad, paternidad, adopción y lactancia, entre otros.

PARA LOS COLABORADORES: ¡TÚ PUEDES!

  • 1. Planea tu día de trabajo: Estructurar y organizar tu día de trabajo te ayudará a cumplir con tus propósitos diarios y a tener mejores resultados. Tu tiempo en el trabajo será más cómodo y provechoso.
  • 2. Revisa tus patrones del “deber ser”: Es importante revisar qué discurso manejaban los padres de familia desde la infancia en relación al deber ser. Desde casa se comienza la enseñanza, educación y creencias de lo bueno y mal visto, de conceptos como qué es el éxito y el fracaso, y qué tengo que hacer para que me vean, admiren y respeten. Con esos pensamientos entramos a la exigencia social y laboral. Por ejemplo, enseñanzas o comentarios como: “tienes que trabajar mucho para conseguir algo” o “todo implica un esfuerzo y sacrificio” condicionan nuestro desempeño.

“En ese sentido, lejos de que una persona se habitúe a la exigencia, a la carga y a responder eficientemente, muchas veces es desmesurado y desmedido. Así pues, en lugar de responder con resiliencia a las demandas de un trabajo, la persona se puede ver muy confrontada”, puntualiza Zárate. De esta forma te darás cuenta de por qué y para qué es que caes en la prisión de este tipo de ambientes labora- les y así podrás evitarlos.

  • 3. Aprende a poner límites: Al entrar a un trabajo deseamos demostrar todo nuestro potencial y capacidad, y luego es complicado poner límites. Es importante que tus jefes o superiores sepan, por ejemplo, que no puedes recibir llamadas en horarios fuera de la oficina, no puedes seguir trabajando en casa luego de haber cumplido eficazmente en tus horarios laborales, y sé honesto sobre el tiempo que te llevará terminar determinado proyecto. Comunica las horas precisas que puedes trabajar, ajústate a ellas y el resto del tiempo dedícatelo a ti. Algo muy importante es aprender a decir que no cuando creas que es algo injusto. Siempre analiza qué tanto tiempo te quedará para tener un equilibrio entre vida personal y trabajo, y decide qué es lo que más te conviene.
  • 4. Programa tus días libres: Para no entrar en el burnout es importante planear tus días libres y en verdad dedícate al autocuidado y autonutrición, eso hará que disfrutes muy bien tu tiempo fuera del trabajo: prueba una nueva clase de yoga, pilates, intenta reponer tu energía jugando voleibol, planea un día de campo o simplemente camina por el parque, visita a tus amigos, disfruta de una nueva serie de televisión y desactiva las notificaciones de los correos electrónicos del trabajo.